lunes, 13 de junio de 2011

El dolor de no saber lo que te duele


Hoy, es un día raro. Uno de esos días en los que me apetece llorar y reír simultáneamente y sin ningún motivo. Que niegas lo que es evidente, porque te está comiendo por dentro, y sabes que esas son tus ganas de llorar. Mi cabeza intenta viajar por todos los planetas existentes para dejar de pensar en lo que me rodea. Me acuerdo de un chiste gracioso, y ahí es donde aparecen mis ganas de sonreír. En todo este proceso de debilidad anímica y de trastorno mental, encuentras otras etapas: De repente, dejas de ser tú, dejas de llorar y de reír, y pasas a ser algo parecido a un androide. Puede que lo que te pase es que te falte algo. Quizás un trocito de corazón, que un estúpido ladrón te ha robado, y se ha llevado consigo para que le haga compañía en esas noches oscuras de tormenta. O simplemente, tus hormonas te han traicionado y te han dejado sola, sin ninguna defensa, y con el autoestima por los suelos.

4 comentarios:

  1. Ohh que tierno! eso no lo dirás enserio no?¬¬ No quiero verte triste eh! un besito(L)

    ResponderEliminar
  2. si pero como bien pone no hay ningun motivo, es bueno desahogarse de vez en cuando (L)

    ResponderEliminar
  3. ¿Y quién nunca se habrá sentido asín?
    Muy buena la entrada;), un beso:)

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar